Simple, Parte 1: Sigue

La vida cristiana consiste en tener una relación más cercana con Jesucristo. Esta relación nace al aceptar una sencilla invitación que Jesús te extiende, sin importar tu pasado, tus errores, o tu carácter; para Él nada de eso importa. Jesús está por encima de cualquier juicio.

Él te mira con una sonrisa, y con compasión te hace una invitación: «Sígueme».

Simple, Parte 2: Cree

La invitación inicial de Jesús hacía sus discípulos era simple: «Sígueme». Los hizo parte de su vida, de su misión, incluso los llegó a llamar «amigos». Con el paso del tiempo, aquellos que seguían a Jesús comenzaron a comprender el carácter de Dios a través de Jesucristo y ese descubrimiento los llevó a tomar un segundo paso: Creer.

Simple, Parte 3: Obedece

La iglesia te dice una y otra vez que el primer paso en la vida cristiana es la obediencia. Como resultado, para muchas personas el cristianismo no es algo más que una religión llena de reglas. Sin embargo, la Escritura nos revela que la invitación inicial de Jesús era simplemente a seguirlo. Jesús te invita a seguirle, hasta que llegas al punto en el que no te queda la menor duda de que Él es quien dice ser. La creencia, la fe, y la certeza de que Dios nos ama y tiene planes de bien para nosotros, se convierte en la razón principal por la cual obedecemos.