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Tú no me mandas, Parte 3: Controlando la envidia

La envidia hace que nos comparemos y compitamos con los demás de una manera poco saludable.
Trae arrogancia cuando estamos ganando y desaliento cuando no lo estamos. Nos roba la satisfacción y nos hace sentir que estamos persiguiendo el viento.
Sin embargo, hay forma de que la envidia no nos domine.